No entiendo la moda repentina de poner en valor Sin Chan, una serie cuyo protagonista es un niño malhablado e impertinente, con claros dejes machistas. Hiroshi un alcoholico que rehúye a su familia, y la madre una amargada histérica y maltratadora.

Vendrá algún listo a decir que, precisamente, es una parodia de la familia, que tiene mensaje, y que además es una serie para adultos. Claro, todos vosotros no conocisteis este programa en franja de emisión infantil, bien en las teles autonómicas, bien en Antena 3. El mensaje era: qué graciosa la disfuncionalidad, je, je.

Yo alucino con los cambios emocionales de la psique colectiva, siempre apoyándose en la nostalgia para generar identidades grupales y sentimientos de autenticidad.