Tristemente, un discurso necesario. Una amiga mía jugaba al fútbol cuando estaba en el instituto, y "z*rra" es una de las cosas más suaves que la llamaron algunos padres. Otros amigos me han hablado de partidos que se tuvieron que suspender por peleas en las gradas, y mi novio aún recuerda cómo cuando era un niño tuvo que dejar el fútbol porque los padres de sus propios compañeros le insultaban por ser de otro pueblo. Algunos niños salen demasiado bien para los padres que tienen.

Chapó por el discurso y toda la razón del mundo. Ahí es donde pincha la educación muchas veces, en un simple partido de fútbol: en ver a tu padre presionándote, o insultando al árbitro, o al chaval del otro equipo, o diciendo que no es falta cuando sabe perfectamente que sí lo es o al contrario. De ahí es de donde luego aprenden ellos a comportarse, reproduciendo los mismos patrones.

Educar no es decirle a los niños "haz esto" o "no hagas lo otro". Es dar ejemplo con tu propio comportamiento. No puedes enseñarle a ser honesto, noble, justo o sincero sin serlo tú.

¿Es cosa mía o es el mismo que salía en otro vídeo dándole una charla sobre deportividad a los chavales?