#22 ¿Quién está aquí hablando de buenismo progre? Que parece el apelativo comodín para todo aquel que no quiere liarse a tiros con el primero que te mira mal.
Entre querer endurecer las penas de cárcel para los delincuentes y querer tomarte la justicia (sumaria) por tu mano hay un trecho muy grande.
Pero bueno, te vendrá bien eso de que los delicuentes salen pronto de la cárcel. ¿Ves? Si al final el sistema no te va a venir tan mal.

#20 muy razonable, sí. Todo muy proporcional y equilibrado. No tienes nada claro el concepto de justicia, ni el de proporcionalidad, ni el del estado de derecho, ni por supuesto los derechos humanos. Tienes mucho trabajo por delante. Animo.

#16 Por suerte no se legisla con tu concepto de justicia, porque hasta la ley del talión es más equilibrada que lo que tú propones.

El mejor argumento por el que este hombre debe permanecer en la cárcel, es la total falta de arrepentimiento. Ningún remordimiento ni empatía por otro ser humano al que ha matado.
Espero que le caiga lo máximo que le tenga que caer.

A ver, que a mí tampoco me gusta pero generalizar de esa manera es absurdo.
Pues anda que no había gente hace 30 años en los viajes de estudios y excursiones haciendo el imbécil con museos, estatuas, etc.
Lo que pasa es que no había una aplicación para grabarse pero hay fotos por ahí en cajones que son vergüenza nacional.

#21 Es que no funciona así. Eso es lo que te quieren hacer creer, que tú, comprando o no en Amazon tienes poder de decisión.
Una gran empresa si no aplasta en competitividad a otra acaba comprándola para cerrarla o para reducir su plantilla o para crear una línea de negocio diferente con la que crear una falsa competencia.
Cualquier empresario que tenga 3 tiendas en una ciudad va a querer quitarse de en medio esa que le está quitando clientes. Es lo que tiene el libre mercado.
Pero queremos tener libre mercado y luego las consecuencias se las cargamos al usuario final.
2500 millones de clientes de Amazon tienen la culpa de que bezos suba al espacio pero Bezos no es capaz de decir “no, ya no crezco más. No me hace falta ser más grande ni ganar más dinero. Dejemos que otros lo ganen”
A él le disculpamos ese comportamiento, claro, es un triunfador y nosotros unos pringados que por nuestra falta de ética nos cargamos al pequeño comercio. Es que es de risa como nos cuelan ese razonamiento y encima nos sentimos culpables.
Leyes y normas para que estos “triunfadores” lo sean un poco menos y haya pastel para todos.

Es muy cansino la culpabilización del usuario final de las desigualdades de la economía.
Que un empresario se vaya al espacio mientras que otro no llega a fin de mes es culpa de la desigualdad. Y eso no es responsabilidad del usuario, es responsabilidad de los gobiernos y de las normativas fiscales y de competencia.
A las grandes compañías hay que freírlas a impuestos y mientras más grandes más impuestos.
Hay que repartir esa riqueza y evitar las macroempresas, que no interese ser tan grande porque no sale rentable. Eso favorece la entrada de otras empresas a competir.
Y por supuesto eliminar paraísos fiscales.
Pero claro eso es intervencionista y de rojos, así que lo mejor es echarle la culpa al usuario final, todo se diluye entre 7000 millones de seres y aquí no cambia nada.

Ignorancia y atrevimiento suelen ir de la mano. Espero que este muchacho madure y dentro de unos años experimente la vergüenza ajena que hemos experimentado los demás viendo su monólogo.

Los límites del humor. Para mí no tiene ninguno. Es humor. A algunos hace gracia y a otros no.
No hay una persecución, no hay un acoso, no hay un constante punto de mira del chiste sobre las personas obesas. Sale una noticia y hacen cuatro chistes (malos) sobre eso, como siempre.
Ahora, tampoco hay que decir que si los gordos son gordos porque quieren y esas cosas. Habrá de todo, y por eso no se puede generalizar. No es tan sencillo ni adelgazar ni engordar cuando tu metabolismo quiere ir hacia el otro lado.
El único que tiene derecho a decirle a una persona “adelgaza” es su médico por razones de salud. El resto tenemos que respetar lo que hay.

En Dora La exploradora y la ciudad perdida, sin ir más lejos. 😅
La tenéis en Netflix por si sentís nostalgia de las arenas movedizas.

Y ya si no le cuentas milongas al niño como que vas a estar en la rama de un árbol sabiendo todas las respuestas, pues mejor. Cuéntale que la “otra vida” no existe y que mejor que se preocupe de lo que puede hacer antes de que todo acabe.
Suponiendo que todo esto no sea solo un cuento lacrimógeno.

Las tontás de “os tenemos que enseñar las cosas con dibujitos para concienciaros” cuando la realidad es que la gente lo sabe y se la sopla.