Toda la razón tiene. La última vez que vi a mi abuelo, estuve hablando con él durante al menos dos horas. Me contó una historia que ya me había contado tres veces, cada una como si fuera la primera vez que me la cuenta. Era sobre un pastor alemán que tenía en el campo y de cuando iba a por agua a la fuente. Cuando me tuve que ir se despidió de mí diciéndome:
-Adiós amigo!
Ahí me di cuenta que no me había reconocido.
Hay que aprovechar esos momentos.

He de aprovechar cuando mi abuela me hable aunque me dé mal rollo.


Lleva muerta más de 3 años.

Me encanta el "amor" hacia el abuelito, cuando te cuente tu madre o tu padre la misma historia 8 veces, ya veras lo que tarda en acabar en una residencia pero oye por dar clases de moral que no sea... Me encantais.