Ya de entrada la mayoría de la gente se pasea por la vida sin dignarse a pedir perdón ni cuando la arman bien gorda, como para que encima les digas que lo hagan menos aún.

Pedir perdón significa asumir tu culpa o tus errores, respetar a la otra persona y ser lo suficientemente maduro como para aceptar que no siempre nos comportamos bien. Nos iría bastante mejor si la gente fuera más crítica consigo mismo, dejaran a un lado su orgullo y pidieran perdón cuando es necesario.