Hahaha k bueno! Yo llego con el pelo super despeinado como una bruja con tan mala cara que doy miedo a los niños de la calle. XD
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Menos mal que tiene puestos los pantalones xD
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esta foto por concatenación de ideas absurdas me ha recordado a mi perro, en casa voy con una zapatilla de cada color porque compré dos pares (ofertas Carrefour!! xD) y mi perro se comió una de cada, afortunadamente no las mismas y me dejó una para cada pie.... xD
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A una profesora mía le pasó. Después de un buen rato riéndonos, se paró en mitad de la clase con los brazos en jarras y dijo: ¡Si, ya sé que me he puesto un zapato de cada color, que nunca me he levantado despejada por las mañanas!
Y así se quedó. No sé, más que algo malo me parece una anécdota divertida.
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Yo una vez fui al trabajo en zapatillas de estar por casa xD
Menos mal que en el trabajo he de ponerme el uniforme que incluye zapatos, de hecho no me cosqué hasta que me los fui a cambiar. Pase un poco de vergüenza al volver a casa pero es algo anecdótico y gracioso. Tampoco es el fin del mundo.
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#3 #3 whodatgirl dijo: esta foto por concatenación de ideas absurdas me ha recordado a mi perro, en casa voy con una zapatilla de cada color porque compré dos pares (ofertas Carrefour!! xD) y mi perro se comió una de cada, afortunadamente no las mismas y me dejó una para cada pie.... xD@whodatgirl Jajjaa que considerado tu perro.
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A mí me pasó eso. Era la primera vez que había madrugado para ir a trabajar y mi mente andaba en otro lado. Las personas se me quedaban mirando, pero nunca me pregunté porqué. Cuando estaba a una cuadra de llegar, se me cayó una moneda y ahí fue cuando vi los zapatos así. D:
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zapato marron con traje negro... que barbaridad
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eso es suak primako pa la moda del año que viene
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A mi una vez me paso en el instituto... por suerte eran zapatos muy parecidos (algo bueno tenía que tener llevar uniforme) y en general la gente no se dio cuenta.
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Siempre pasa xD
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a mi me pasó una vez, tuve que hablar con el jefe para que me dejara ir a casa a cambiarme, vergüenza es poco.
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Y así se quedó. No sé, más que algo malo me parece una anécdota divertida.
Menos mal que en el trabajo he de ponerme el uniforme que incluye zapatos, de hecho no me cosqué hasta que me los fui a cambiar. Pase un poco de vergüenza al volver a casa pero es algo anecdótico y gracioso. Tampoco es el fin del mundo.