Procuro responder con algo que les confunda. Por ejemplo, en casos como este suelo contestar que mi armario es como esos de los dibujos animados que cuando los abren hay un montón de copias del mismo conjunto con pequeñas variaciones según la época del año. Y si me siento especialmente inspirada y no tengo nada mejor que hacer, alargo la descripción tanto como puedo procurando que la otra persona se sienta especialmente incómoda con esa interacción. Así con un poco de suerte no me vuelve a hablar para decir gilipolleces. Otra opción, si no te apetece conversar es contestar "vale" con genuina indiferencia y buscar algo más interesante que esa persona por donde sea que estés.

Me importa una mierda. No tengo 12 años.

A quién coño le importa tantísimo lo que otros piensen de ti en temas tan subjeivos?

Cosas como ropa, pelo, estética, altura, manerismos y formas de hablar o gilipolleces por el estilo, si realmente te tiene tan martirizada tal vez te estás rodeando de la gente equivocada, replanteate tus decisiones de vida y deja de llorar en internet, subnormal