Para regatearle al negro que vende bolsos en la playa primero tendría que comprarle, cosa que nunca hago.
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#1 #1 carlosjfort dijo: Para regatearle al negro que vende bolsos en la playa primero tendría que comprarle, cosa que nunca hago.Es que está prohibido. Las ordenanzas municipales, al igual que con la prostitución, ponen el foco sobre el consumidor. Lo que pasa que el público objetivo de ese negocio son los guiris.
No son pobrecitos «negritos», son el último eslabón de redes criminales que trafican con mercancías ilegales.
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No son pobrecitos «negritos», son el último eslabón de redes criminales que trafican con mercancías ilegales.